Descripción
Desde la antigüedad las propiedades curativas del ajo lo han convertirlo en un ingrediente de alto potencial medicinal cuyo uso va más allá de los fogones. A nivel nutricional el ajo es una fuente de vitamina A, B1, B2, B3, C y E, y contiene agua, carbohidratos, proteínas, fibra, potasio, fósforo, calcio, hierro y Sodio.
Uno de sus componentes, presente en todos los tipos de ajo es la alicina, que reduce el colesterol y la presión arterial, es anticoagulante, antiinflamatorio y favorece el riego sanguíneo y la circulación. El ajo también es un “antibiótico natural” y tradicionalmente se ha utilizado para combatir hongos, bacterías y virus.
Entre otros beneficios del ajo destaca su capacidad para disminuir el exceso de grasa en sangre y su consumo se aconseja para reducir problemas respiratorios, diuréticos y para prevenir la hipertensión. También es estimulante y antioxidante.
En los últimos años estudios de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) han avalado las propiedades del ajo para prevenir problemas ginecológicos y aconsejan su consumo en casos de cesáreas, episotomía, desgarros perineales o lesiones del pezón.
Todas estas propiedades del ajo hacen que pueda consumirse prácticamente a diario, ya que acompaña muchas elaboraciones de la gastronomía tradicional española en crudo, cocido o frito, aunque para aprovechar todas sus propiedades curativas es mejor comerlo en crudo añadiéndolo a las ensaladas, untándolo en pan tostado o incorporándolo en salsas como el alioli tradicional.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.